jueves, 25 de noviembre de 2010

Breve visión de Cuba sobre el terreno


Hay que poner en manos de la preparada y solvente, juventud cubana el futuro de la isla

Carlos García para Kaos en la Red  5-8-2010

Estos días se debate mucho sobre la apertura que va a protagonizar Cuba, sobre la definitiva derrota de la economía planificada, sobre la reculada del estado, sobre liberalización de espacios concretos del sistema productivo, todo ello planificado desde la élite y a la espera de que muera el compañero Fidel. Los medios burgueses continúan intoxicando, y nos sorprenden después de muchos años con un: “gobierno cubano”. Cuando interesa apremiar contra la firmeza del pueblo isleño se habla de “régimen castrista”, sin embargo cuando se intuyen unas migajas a alguna de las grandes empresas turísticas, cambian el discurso y llegan incluso a alabar la actuación de Raúl. Inaudito…
Parece ser que el gobierno cubano sigue apostando por el turismo para poder obtener divisa y poder así continuar, con el único socialismo que ha demostrado de sobras su viabilidad, aún en los tiempos más difíciles de crisis económica. No olvidemos que el periodo especial no ha acabado en Cuba y que el brutal bloqueo continua con su genocidio frustrado.
El gobierno Cubano y la asamblea tienen encima de la mesa proyectos para dinamizar la economía cubana lo antes posible. La situación es dolorosamente apremiante y las decisiones se deben tomar cuanto antes. Eso no quiere decir de ninguna de las maneras que en Cuba se esté preparando una Perestroika y que la transición sea, si o si, hacia la carnicería capitalista.
No hay que olvidar ni obviar los grandísimos méritos que realizaron los veteranos de la revolución, que lucharon desde el asalto al cuartel Moncada, La Sierra Maestra, Playa Girón hasta la limpia del Escambray, que consolidaron una revolución que ha sido y será el faro que orienta a las clase trabajadoras y populares a su emancipación. El símbolo del “sí se puede”.
Esas generaciones han guiado al país desde los diferentes puestos de mando, elegidos democráticamente y con una meritocrácia más que suficiente, han llevado al país por una senda de resistencia al imperio firme, valiente y siendo la punta de lanza de otros procesos revolucionarios que se vienen dando en América Latina, y muy pronto, en otros lugares del mundo.
Sabemos que el socialismo ha tenido en Cuba múltiples obstáculos. Unos se han superado con creces y otros representan un problema grave y lo amenazan. Es necesario explorar nuevas vías que pongan al socialismo cubano otra vez a la cabeza, a la vanguardia de la la lucha social, que sea nuevamente un factor de levantamientos populares contra la tiranía del moribundo sistema hegemónico capitalista. Hay que poner en manos de la, preparada y solvente, juventud cubana el futuro de la isla.
En este proceso de cambio Cuba tiene potentes aliados. En un mundo multipolar, las posibilidades de comercio se amplían, y evitarán volver a caer en el monocultivo que tanto daño hizo después de la caída del URSS. Los propios dirigentes cubanos aceptaron que aquello fue un error pero la verdad es que el abanico de oportunidades no era en absoluto amplio y, si bien se opto por la vía fácil, las otras no eran ni tan solo viables en su gran mayoría, en plena guerra fría.
China, Rusia, Irán, Vietnam, La República Popular de Corea o la República Bolivariana de Venezuela,   son algunos de los países que tienen fuertes lazos económicos con la isla. El transporte, el armamento, los alimentos (en especial arroz) o el petróleo, entre otros, no consiguen suplir el peso económico de la Unión Soviética en su momento, pero ayuda a diversificar y a afrontar el futuro con un proyecto comercial mucho más consolidado que en el 94.
En este progreso positivo pero lento de la economía, juega un papel destacado los gastos militares que la isla se ve obligada a desembolsar ante el continuo asedio de Estados Unidos, coordinado todo ello por la oficina de intereses (intereses genocidas). Este ente ridículo, continua obstinado en promover la rebelión popular, contra el mejor de los sistemas posibles, para instaurar el menos malo, según ellos mismos lo denominan. Sin duda todo un avance.
Las damas (compradas) de blanco se manifiestan sin cumplir con lo estipulado por la ley en cuanto a manifestaciones y sin embargo nadie les prohíbe pasear (o hacer el ridículo) mientras la gente revolucionaria se les echa encima, lo que los cubanos llaman un baño de pueblo.
La propia gente crítica con el sistema reconocen que esta gente son mercenarios y mercenarias, al igual que los “disidentes” o “presos políticos” y carecen de ninguna legitimidad incluso entre los que se reconocen como no partidarios del sistema político cubano. Las “protestas” despóticas ampliadas con megáfono a través de falsimedia no tienen absolutamente ninguna incidencia en Cuba, y no porque la gente no sepa que pasa en su país. Si algo tienen los cubanos y cubanas es que son en su mayoría muy inteligentes y están muy bien informados. Por las vías que sean.
La cuestión de la libertad de expresión es otra de los bulos que circulan por la prensa burguesa. Algunos ciudadanos y ciudadnas cubanas insistían en que no podían hablar con nosotros porque estaba prohibido “porque la policía cree que hacemos negocios con ustedes”, al mismo tiempo yo mismo he estado hablando con diferentes ciudadanos en un bar en presencia de la policía y ninguno de ellos ha cambiado el tema ni hablado en voz baja a pesar de que al principio de la conversación el agente se encontraba fuera de su ángulo de visión. Si hablan en voz baja los y las delicuentes, jineteros y jineteras, contrabandistas, estafadores y ladrones, que son una inmensa minoría, que no pierde el tiempo a la hora de acariciar la oreja del Europeo diciendo : ”de eso no se puede hablar en Cuba”, “quien sabe quien puede estar oyendo” o “eso mejor te lo cuento a solas tomando un mojito” (que pagare yo… claro). Esos son los verdaderos agentes contrarevolucionarios que Cuba debe eliminar cuanto antes.
La cuestión de internet y la libertad de prensa,  y la mas que imaginativa explicación que dan los mass media sobre el terror del gobierno cubano hacia la libre información, se sostiene precariamente y desde luego se desmonta al primer soplido.
Cualquier despistado al que se le ocurra mirar el periódico “Granma” por ejemplo, puede “degustar” entre sus páginas más de una noticia íntegramente elaborada por la, más que contra-revolucionaria, agencia EFE. Todo un lujo que seguro que no se da a la inversa en las páginas del país o el periódico e incluso   Público.
Lo de internet es todavía más sencillo. Debido al bloqueo en las telecomunicaciones que Estados Unidos impone a la isla, ésta no puede acceder a ningún cable de comunicación submarino (Algunos pasan a 3 millas de la costa cubana). En su detrimento Estados Unidos obliga a Cuba  a utilizar el satélite para poder realizar las comunicaciones vía teléfono a nivel internacional y también a nivel internet. La conexión vía satalite es mucho mas cara que la que se realiza a través del cable. (Eso no lo digo yo, lo dice la gente que entiende técnicamente). El resultado es una línea de comunicación carísima a pesar de que el gobierno cubano intenta ajustar al máximo el ancho de banda que compra, produciéndose en ocasiones fallos en el sistema y colapso de la línea en horas punta. Además de que no pueden acceder a un “ancho de banda” mayor por el elevadísimo coste, el gobierno no puede permitirse una línea infrautilizada, como se acostumbra en las sociedades capitalistas. Internet se garantiza en los centros de enseñanza superior, centros de investigación y empresas estatales. En estas últimas es el único sitio donde algunas páginas están restringidas, por razones puramente productivas, mientras que en universidades y centros de investigación no hay restricción alguna. Esta página es visitada por Cubanos y cubanas masivamente y no es que demos una visión monolítica de la realidad mundial precisamente. Las comunicaciones son prioritarias pero ni mucho menos la primera de las necesidades del pueblo cubano. Seamos serios. Ojalá el cable (nunca mejor dicho) que llega desde Venezuela mejore la situación de la comunicación.
De este tema podría hablar con muchísima propiedad la señora Yoani Sánchez, respetable agente contrarevolucionaria que por supuesto, como todos sabemos, sufre prisión domiciliaria, azotes un domingo si y otro no, sufre también que el gobierno cubano ponga debajo de ventana un gato en celo para no dejarla dormir por la noche,  además de un no menos doloroso trance que supone que no le den bola a una persona enferma de ego.
  Como gestor de una de las páginas mas importantes de contrainformación del estado español se de buena tinta lo que cuesta mantener, entre un grupo reducido de voluntarios, un proyecto con una proyección estatal y latinoamericana. Quisiera saber cómo está el voluntariado entre los derechistas, pero me lo imagino viendo como está la izquierda (a la que le es mucho mas propio el trabajo voluntario). El caso es que tener una página con traducción a 16 idiomas, es mucho trabajo para una sola persona… ¿de dónde saca su conexión Yoani?¿Si se queja tanto de la situación de internet porque no se solidariza con sus compatriotas y utiliza la misma capacidad de ancho de banda?¿cómo consigue traducir ella sola, o a base voluntarios, en tiempo real sus propios artículos? Sabemos que Yoani es una lumbrera, pero quizás alguien la este ayudando… os lo puedo garantizar por experiencia propia.
Y es que en Cuba las gentes que forman parte de las organizaciones de masas que el socialismo cubano instauró en su momento, critican desde un punto de vista abiertamente revolucionario a la cúpula política, y de manera firme, como en cualquier país del mundo (En conversaciones que yo mismo he tenido con algunos y algunas de ellas). Existen corrientes de pensamiento crítico. Eso no quiere decir que hay un partido comunista fraccionado (como ya se empieza a leer en los mass media). Y es que las propias libertades que aquí forman parte del juego “democrático”, en Cuba son síntomas de asfixia política. Aquí las corrientes de pensamiento crítico dentro de los partidos (algunas), aunque defenestradas, son expuestas para avalar una calidad democrática basada en la pantomima de las luchas por el poder, siempre obedeciendo al mismo capital de siempre. El multipartidismo capitalista es la mejor manera de que no hayan partidos, solo control social y, lo más importante, económico.
Pero continuemos desmontando el mito dictatorial Cubano. ¿Qué pasaría en el estado español con un persona que nunca ha trabajado y que por supuesto no ha cotizado a la seguridad social, que tiene unos estudios básicos y que vive en un barrio periférico de una gran ciudad? Bien, ese tipo de gente que no colabora con el capital, por voluntad propia o por la imposición de la barbarie del desempleo, la exclusión social, el olvido de la administración o la mafia de las drogas, viven condenados a la destrucción de su propio ser. El capitalismo si pudiera no contaría ni con las propias personas que le son útiles por su fuerza de trabajo, prescindiría de todo tipo de gasto para engordar sin medida los bolsillo del gran monstruo acumulativo, de ser posible. Entre entre esos gastos el primero: los servicios sociales.
En Cuba la respuesta es mucho más sencilla, el agravio comparativo no existe por parte del estado, todo cubano y cubana tiene cubiertas sus necesidades más básicas de manera casi total y no hay cubano o cubana que tenga más derecho que otro. Es una de las diferencias básicas entre la carnicería capitalista y el socialismo. Para el socialismo la eliminación de los agravios es el deber constante, el capitalismo por su parte vive y necesita esos agravios y crea fábricas de inmovilismo, campos de desigualdad y  mares de espolio.
  Si algo tiene claro el cubano medio, incluso los no partidarios del sistema socialista, es que los yanquis “son unos descarados”, “se creen los amos del mundo” y “no tienen ningún derecho a meterse en los asuntos de Cuba”. Si el imperio yanqui decidiera en cualquier momento entrar en Cuba debe saber que el cubano medio está dispuesto a agarrar el fusil y lanzarse contra sus “soldados universales” para defender la independencia de la Isla. Hasta la gusanería mas despótica utiliza el símbolo de independencia, que es Marti, para derrocar al  legítimo gobierno Cubano.
Son una gran minoría los cubanos corruptos, pero existe esa clase, que afecta de manera muy negativa a la economía. En estos momento el cubano sufre las restricciones propias de un país empobrecido mientras las nuevas clases emergentes ostentan sin ningún tipo de vergüenza un poder adquisitivo inusitado proveniente de remesas del extranjero o del contrabando de alimentos, que está creciendo precisamente por la entrada masiva de divisa extranjera. Este tipo de gente, los contrabandistas (todos) y los que reciben la divisa del extranjero,  en menor medida, son los más detractores de un sistema en el que viven mejor que cualquier otro cubano o cubana. Se permiten el lujo, (¿como en cualquier otro país democrático?) de burlarse en público de los símbolos nacionales y decir abiertamente que no les gusta en absoluto el sistema del país (por decirlo delicadamente). Igual que en Venezuela son los que viven mejor los que más se quejan del sistema socialista. Lo hacen porque, no conformes con lo mucho que tienen, quieren más. En un caso quieren afianzar los privilegios que algún día se pudieron tener, en el otro pataleando porque que se acaban los suyos. Mentalidad acumulativa propia del capital más salvaje.
Evidentemente la regulación de la entrada de divisa es complicada de llevar a cabo, en primer lugar porque la economía se sostiene en parte gracias a esa entrada de remesas, y por otro lado porque afectaría a familias que realmente necesitan ese ingreso para poder completar la aportación estatal de alimentación, además desde el exterior se vería como una acción autoritaria y comportaría nuevos problemas al gobierno cubano. Desde el prisma capitalista todo lo que se encuentra fuera de sus fronteras se considera dictadura, ... otra dictadura diferente a la del capital… claro.
En este tipo de problemas sociales juega un papel importantísimo el CUC (peso convertible) que perjudica seriamente el poder adquisitivo del cubano o cubana sin familiares en el extranjero y sin acceso a un trabajo en el sector del turismo. Para que se hagan una idea. El cubano o cubana media cobra aproximadamente unos 17 CUC que al cambio en moneda nacional (Peso cubano) son 425 pesos. En una remesa corta desde estados unidos pueden llegar 50 Dóllares (50 CUC) que es más del triple de lo que cobra un operario en Cuba. De esta manera empiezan a aparecer (una gran minoría) personas ociosas que no colaboran en la construcción del socialismo ni tampoco tienen motivación para trabajar.
La solución no era fácil en su momento, pero la prioridad de la entrada de divisa al país no dejaba, por desgracia, muchas más opciones. La aparición de la doble moneda fue la solución más pragmática que el gobierno propuso.
Es importante y una prioridad del gobierno cubano el autoabastecimiento para lograr una soberanía alimentaria amplia y dejar de gastar miles de millones en importar alimentos del exterior. Y está trabajando en ello.  Aún así las condiciones en el campo son muy duras y la falta de maquinaria es un lastre para acabar con las tierras improductivas o con una producción deficitaria. En ese sentido la redistribución de la riqueza hacia el campo debe ser un prioridad del gobierno cubano.
A pesar de todas las dificultades que padecen los y las cubanas es un pueblo digno, alegre, abierto, audaz, valiente y firme, que rompe con el tópico que todo europeo con complejo de superioridad tiene.
La mentalidad capitalista de muchos dice que un pueblo empobrecido es sinónimo de dictadura. Ese tópico valdrá en muchos países del mundo. No en Cuba.
Cuba es hoy una realidad socialista con muchas virtudes, pero también con muchos problemas que hay que afrontar de manera decidida, seria y alejada de las teorías frívolas del socialismo de salón de algunos y algunas críticas del socialismo “real”. Hay que ofrecer a la ciudadanía una autocrítica decidida desde dentro. Hacer saber a todo el mundo que Cuba es un país en situación de guerra pero no actuar belicosamente.
Apremia oponerse a un imperio que cree estar ganando la partida en Cuba, con los nuevos cambios que se están dando. Hay que recordar las palabras del Che: “Es la naturaleza del imperio la que bestializa al hombre”. Véase a Tamayo, Fariñas, Yoani Sánchez, o mejor… Posada Carriles.

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